La variedad de hábitats del planeta Tierra permite sostener y albergar una vida animal y vegetal muy rica y diversa. Para hablar de los hábitats del mundo, primero debemos hablar de los niveles de organización de los seres vivos (imagen 1), ya que todos los seres vivos interaccionan entre sí y con su entorno. Esta situación ha permitido el desarrollo de organismos así como su evolución y su adaptación ante posibles cambios medioambientales producidos a lo largo de la historia desde los inicios de la vida.
Los niveles de organización de la materia se pueden definir como los grados en los que se divide a todos los componentes existentes del planeta, tanto inorgánicos como orgánicos, ordenados de una forma jerarquizada desde los elementos más simples (nivel atómico o subatómico) hasta el más complejo (biosfera). En este artículo partiremos del nivel organismo hasta el nivel biosfera.
Se define organismo como el miembro de una población, independiente y restringido a un hábitat. En este nivel se incluyen seres unicelulares como amebas hasta seres pluricelulares como el ser humano. El conjunto de organismos de una especie que comparte un área determinada y se reproduce entre sí es una población (nivel población). Si queremos seguir avanzando en los niveles de organización, debemos saber que una comunidad es un conjunto de poblaciones que habitan en un determinado área y entre los que se establecen relaciones para la supervivencia. Cuando una comunidad biológica interacciona con otras comunidades y el espacio físico (entorno) que los rodea se forma lo que conocemos por ecosistema.
Por último, el conjunto de ecosistemas donde prevalece alguna característica como el clima forman lo que conocemos por bioma (imagen 2). De esta forma, llegaríamos a biosfera, el mayor nivel de organización compuesto por todos los seres vivos y el entorno físico que se encuentra en el planeta Tierra.
Como es lógico, para hablar de hábitats del mundo nos vamos a centrar en los últimos niveles. Según algunos autores y National Geographic, en función del clima y la zona donde se encuentran podemos diferenciar bosque mediterráneo, tundra, selva tropical, desierto, bosque templado, sabana, pastizal y taiga.
En este artículo se ha dividido el planeta en 8 hábitats generales: desiertos, praderas, regiones polares, océanos, arrecifes de coral, bosques tropicales, bosques templados y ríos y humedales.
Desiertos
Los desiertos son hábitats muy ricos biológicamente con una gran variedad de plantas y animales adaptados a las difíciles condiciones ambientales (ausencia de lluvias y suelo estéril). Suponen casi una tercera parte de la superficie terrestre. El mayor desierto del mundo es el Sáhara ubicado en el norte de África. Entre los seres vivos que habitan en el desierto destacan la víbora cornuda del desierto (imagen 3), dromedario, gacela Dorcas, zorro del desierto, cactus órgano, sauce del desierto, serpiente de cascabel, árbol de Josué, chacal, entre otras especies.
Praderas
Las praderas son hábitats que se encuentran entre un clima de montaña y uno desértico ya que las precipitaciones pueden escasear en ciertas épocas del año, pero son constantes. Se caracterizan por presentar plantas herbáceas de pequeña altura y pequeños matorrales. Se diferencian dos tipos de praderas; las praderas templadas y las praderas tropicales. Las praderas templadas presentan una vegetación escasa y baja y animales como bisontes, roedores y aves. Por otro lado, las praderas tropicales son las que conocemos como sabanas donde existe una estación de lluvia y otra estación más seca. En ellas existen especies herbáceas, matorrales y árboles dispersos y grandes herbívoros así como carnívoros (imágenes 4, 5, 6 y 7).
Regiones polares
Las regiones polares (ártico y antártico) están sometidas a estaciones meteorológicas extremas como noche continua en invierno y luz solar permanente en verano, nieve, hielo y temperaturas bajo cero. Las regiones que presentan clima polar abarcan aproximadamente un 20% de la superficie terrestre.
Así, la flora de esta zona se caracteriza por ser escasa y de pequeño tamaño ya que el suelo está helado la mayor parte de las estaciones, las temperaturas son muy bajas y las precipitaciones nulas. Por otro lado, la fauna que podemos encontrar (más abundante en el hemisferio norte que en el sur) en esta región es: oso polar (imagen 8), zorro ártico, reno, liebre ártica, lobo ártico, focas, frailecillo atlántico, pingüinos (imagen 9), ballenas, entre otras especies.
Océanos
Los océanos constituyen dos tercios de todo el planeta y suponen el mayor hábitat de la tierra por su gran diversidad de especies y de ecosistemas. En ellos podemos encontrar los seres vivos más pequeños como son los microorganismos hasta el más grande como es la ballena azul (imagen 10). Los microorganismos son la base de las redes tróficas marinas y, además, son los productores primarios más importantes de los océanos. Todos los ecosistemas marinos se caracterizan por factores ambientales y las comunidades de seres vivos que habitan en ellos. Estos factores (oxígeno, luz solar, pH, nutrientes, presión, salinidad) no están distribuidos de forma homogénea. De esta forma, se permite esa gran diversidad. No podemos olvidar que este hábitat aparecen las praderas de Posidonia oceanica (imagen 11), un endemismo del Mar Mediterráneo, muy exigente en sus requerimientos ecológicos, forma grandes praderas. Es una indicadora de aguas limpias, no contaminadas y bien oxigenadas.
Arrecifes de coral
Los arrecifes de coral (imagen 12) se encuentran generalmente en los océanos tropicales. Se forman a partir de los esqueletos de organismos marinos en zonas muy soleadas y poco profundas. Presentan una gran biodiversidad y son consideradas como las selvas tropicales del mundo acuático. El sol es la fuente de energía principal en este hábitat donde hay gran cantidad de fitoplancton, algas y otros organismos vegetales. Entre la fauna que habita en los arrecifes de coral destacan los propios corales (animales coloniales pertenecientes al filo Cnidaria), erizos de mar, peces (óseos y cartilaginosos), moluscos, esponjas, artrópodos decápodos, etc.
Bosques tropicales
Los bosques tropicales son los que se ubican en las zonas tropicales (trópicos) que reúnen una serie de características ambientales: humedad muy elevada y calor durante todo el año. Son muy diversos en flora (imagen 13) y fauna. En estos hábitats aparecen unos dos tercios de todas las especies de fanerógamas del mundo. Por otro lado, la fauna tropical es muy rica ya que podemos encontrar gran cantidad de invertebrados (insectos generalmente), reptiles como serpientes, cocodrilos y lagartijas, anfibios como ranas y salamandras, aves (más de 22.000 especies) como tucanes, colibríes, loros y halcones y mamíferos como pequeños roedores, antílopes y félidos (tigres y panteras).
Bosques templados
Los bosques templados son los bosques comprendidos entre los trópicos y las regiones polares. Se encuentran en zonas montañosas con climas templados y fríos. Predominan árboles altos como coníferas (secuoyas, abetos, pinos, cedros), que dan lugar a los bosques de coníferas, y otros más pequeños como encinas, fresnos, castaños, etc. En cuanto a la fauna, es muy variada y predominan las aves paseriformes, mamíferos como zorros, lobos, ciervos, gamos, osos pardos, lobos, etc. La imagen 14 presenta un pinsapar natural localizado en la Sierra de Grazalema. Por otro lado, las diapositivas presentan una parte de la fauna que se localiza en estos bosques (Fuente de las imágenes: Oihane García).
Ríos y humedales
En este grupo están incluidos todos los hábitat de agua dulce del planeta. Debemos saber que el agua dulce es la casa del 50% de todas las especies de peces del planeta y alrededor del 10% de toda la fauna. Los humedales son lugares en los que la tierra está cubierta de forma estacional o permanente por agua dulce o salada. Por otro lado, un río es una corriente natural de agua que fluye de manera permanente y desemboca en otro río, lago o el mar. Entre los animales que habitan en estas zonas destacan mamíferos como castores, capibaras (imagen 15), antílopes, nutrias, reptiles como tortugas, cocodrilos y caimanes (imagen 16), serpientes, peces de agua dulce como la trucha y aves como garzas, garcillas, espátulas (imagen 17), martín pescador, aguiluchos laguneros, grullas, flamencos, cormoranes, etc. En cuanto a la flora destacan las plantas acuáticas como el ciprés de los pantanos (imagen 18), nenúfares, especies de ribera como sauces y álamos, juncos y calas, entre otras especies.
Redactado por Rubén Abad Calderón (El Rincón del Botánico)
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