Descripción. También conocido como torvisco macho, es un arbusto de poca ramificación que alcanza aproximadamente 1 metro de altura. Sus hojas, dispuestas de forma alterna a lo largo de los tallos, son grandes, de forma lanceolada (similares a las del laurel), de color verde oscuro y con una textura coriácea. Las flores, agrupadas en inflorescencias tipo racimo, tienen una disposición simétrica radial (actinomorfas) y son hermafroditas. Poseen cuatro sépalos amarillos, pero carecen de pétalos. El fruto es una baya redonda que adquiere un color negro brillante cuando madura.  

Hábitat y distribución. Esta especie es originaria de Europa (especialmente del centro, sur y oeste) y del norte de África. En la Península Ibérica, se encuentra principalmente en la mitad norte y en algunas zonas del sur, como la provincia de Málaga. Prefiere hábitats variados, como bosques, zonas sombrías, áreas rocosas, matorrales y pastizales de montaña, generalmente sobre suelos calcáreos. 

Usos y curiosidades. El torvisco macho ha sido aprovechado en la medicina tradicional por sus propiedades laxantes y purgantes. Sin embargo, es una planta que debe manejarse con extrema precaución, ya que sus bayas contienen semillas altamente venenosas debido a la presencia de una resina tóxica llamada mecereína. Los tallos contienen compuestos químicos como la cumarina y la dafnina, que se han empleado para la fabricación de un colorante amarillo. El nombre común "adelfilla" se debe al parecido de sus hojas con las de la adelfa (Nerium oleander), otra planta mediterránea conocida por su toxicidad. 

Imagen cedida por Juan Francisco (@juanfranciscoooo)