Ceratonia siliqua L.

Algarrobo europeo

Descripción. Árbol perenne que puede alcanzar alturas de entre 5 y 10 metros, aunque en condiciones óptimas puede superar los 15 metros. Posee un tronco robusto y rugoso con corteza grisácea y ramas extendidas que forman una copa amplia y densa. Sus hojas son compuestas, paripinnadas y coriáceas, de color verde oscuro brillante. Las flores son pequeñas, rojizas o verdosas y se agrupan en racimos. El fruto es una legumbre alargada y aplanada, conocida como vaina o algarroba, que puede medir entre 10 y 30 centímetros. Su interior alberga semillas duras rodeadas de una pulpa dulce y marrón.

 

Hábitat y distribución. Especie originaria de la región mediterránea, aunque su cultivo se ha extendido a otras regiones cálidas y secas del mundo, como América Latina, África del Norte y algunas zonas de Australia. Es una especie que prospera en suelos pobres, pedregosos y bien drenados, mostrando gran resistencia a la sequía. Prefiere climas cálidos y secos, siendo típico de regiones costeras y de laderas soleadas. Su tolerancia a condiciones adversas lo convierte en una especie clave para la reforestación de áreas degradadas y la prevención de la erosión del suelo.

 

Usos. Tiene una amplia variedad de utilidades:

  • Alimentación. La pulpa de la vaina se procesa para obtener harina de algarroba, una alternativa saludable a otras harinas, especialmente indicada para personas con celiaquía por no contener gluten. Su sabor dulce permite su uso en la elaboración de productos como chocolates, postres y bebidas. 
  • Forraje para ganado. Las vainas de algarroba son una fuente nutritiva y energética para la alimentación de animales, gracias a su alto contenido en azúcares naturales. 
  • Madera. La madera del algarrobo es reconocida por su dureza y durabilidad. Por estas características, se utiliza en ebanistería, carpintería y la fabricación de muebles de alta calidad. 

Curiosidades. Ha sido cultivada desde tiempos antiguos por civilizaciones mediterráneas debido a sus múltiples beneficios.

 

Imágenes cedidas por Francisco Javier Marín Soto (@franjamaso)